Uno de los caminos que parten de la población nos conduce a la fuente, típica del Somontano, y desde allí, entre campos de cultivo y viñedo, a la ermita de la Virgen del Plano. Fue construida en época medieval en el mismo lugar que ocupó una villa romana, por lo que no es difícil encontrar en los alrededores pequeñas teselas blancas y negras, que debieron conformas un mosaico. Cuenta con un bonito porche con columnas pareadas.